Escleroterapia

¿Qué es la escleroterapia?

La escleroterapia permite tratar las venas retorcidas y dilatadas, que se conocen como várices. Las várices suelen formarse en las piernas. La escleroterapia también sirve para tratar las arañitas, que son un tipo leve de várices. Este tratamiento funciona mejor en várices pequeñas.

Consiste en inyectar una solución en la vena mediante una aguja. La solución de escleroterapia hace que la vena se fibrose. La fibrosis obliga a la sangre a circular por venas sanas. Luego, la vena colapsada desaparece.

Después de la escleroterapia, las venas tratadas tienden a desaparecer en unas pocas semanas, aunque a veces no desaparecen del todo. El resultado final puede tardar un mes o más en verse. Algunas venas requieren más de un tratamiento con escleroterapia.

La escleroterapia suele hacerse para mejorar el aspecto de las venas. Este procedimiento también puede mejorar síntomas relacionados con las várices, tales como:

  • Dolor
  • Hinchazón
  • Ardor
  • Calambres por la noche

En general, la escleroterapia tiene pocas complicaciones graves.

En la zona de la piel donde se introduce la aguja pueden producirse los siguientes efectos secundarios:

  • Moretones.
  • Áreas enrojecidas en relieve, lo que se conoce como urticaria.
  • Llagas pequeñas en la piel.
  • Oscurecimiento de la piel.
  • Una serie de pequeños vasos sanguíneos enrojecidos.

Estos efectos secundarios suelen desaparecer luego de unos días o semanas. Algunos pueden tardar meses o más tiempo en desaparecer por completo.

Los siguientes son algunos efectos secundarios menos frecuentes de la escleroterapia que podrían requerir tratamiento:

  • Inflamación. Suele ser leve, pero puede causar hinchazón, calor y molestias alrededor del lugar donde se introdujo la aguja. Esto se puede aliviar con un analgésico de venta libre.
  • Coágulo sanguíneo. Si se forma un bulto de sangre coagulada en una vena tratada, podría ser necesario drenarlo. En muy pocas ocasiones, un coágulo sanguíneo puede trasladarse hasta una vena más profunda de la pierna, esta afección se conoce como trombosis venosa profunda.

En una trombosis venosa profunda existe el riesgo de que un coágulo de la pierna llegue a los pulmones y obstruya una arteria vital. Esto se conoce como embolia pulmonar. Es una complicación muy poco frecuente de la escleroterapia y requiere atención médica inmediata. Sus síntomas incluyen dificultad para respirar, dolor en el pecho, mareos o tos con sangre.

  • Burbujas de aire. Pueden formarse pequeñas burbujas de aire en la sangre. Esto podría no causar síntomas, pero en caso de haberlos, podrían incluir destellos de luz, dolores de cabeza, desmayos y náuseas.

Por lo general, estos síntomas desaparecen, pero si tienes problemas de movimiento o de sensación en los brazos o las piernas después del procedimiento, llama al proveedor de atención médica.

Te recostarás boca arriba con las piernas levemente elevadas. Un miembro del equipo de atención médica limpiará el área a tratar. Luego, el proveedor de atención médica usará una aguja pequeña para inyectar lentamente una solución en la vena.

La solución, que por lo general es un líquido, irrita el revestimiento de la vena y hace que se hinche hasta cerrarse para bloquear el flujo de sangre.

Algunas personas sienten un leve ardor o calambre cuando la aguja ingresa en la vena. Hazle saber al proveedor de atención médica si duele mucho. El dolor podría deberse a una filtración de la solución en el tejido que rodea la vena.

Luego de retirar la aguja, el proveedor de atención médica aplicará presión en el área y la masajeará para diseminar la solución y evitar que la sangre regrese a la vena. Antes de continuar con otra vena, podría pegar un apósito sobre el sitio de la inyección para mantener la presión sobre el área.

La cantidad de inyecciones dependerá de la cantidad de venas a tratar.

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