Enfermedad venosa crónica

La enfermedad venosa crónica, es una entidad crónico degenerativa que se caracteriza por 5 aspectos principales según su gravedad:

• Aparición de telangiectasias y/o venas reticulares
• Aparición de trayectos varicosos (Varices)
• Hinchazón de los tobillos
• Cambios de coloración en la cara interna del tobillo
• La presencia de ulceras que no cicatrizan

Telangiectasias y venas reticulares

Se trata de una de las primeras manifestaciones de la enfermedad venosa y se puede observar desde las etapas más tempranas.

Las telangiectasias, son mejor conocidas por los pacientes como arañitas vasculares, y estas, pueden ser de un color rojo apenas perceptible o de un color azul oscuro mismas que puedes llegar a ocasionar incomodidad estética en los pacientes, existen diferentes formas para tratar este tipo de venas como son la escleroterapia y el uso de laser transdérmico.

Las venas reticulares por el contrario, suelen ser trayectos visibles de mayor calibre de coloración azul verdosa y que generalmente suelen verse más en aquellos pacientes con tono de piel más claro, al igual que las telangiectasias este tipo de venas suelen ocasionar inconformidad estética en aquellos pacientes que las padecen, sin embargo, estas pueden ser tratadas con escleroterapia y laser transdérmico.

Trayectos varicosos

La presencia de estos trayectos nos hablan de un estadio más avanzado ya que existe una hipertensión venosa a nivel del sistema venoso superficial o profundo, y derivado de esto, la presión de las venas de la piel y el tejido subcutáneo comienzan a dilatarse y tomar una conformación tortuosa, a este tipo de venas formalmente se le conoce como varices y generalmente requieren manejo quirúrgico el cual puede ser abierto con un procedimiento llamado flebectomias o con energía térmica con la técnica de ablación térmica totalmente asistida con laser.

Edema de miembros inferiores

El edema o hinchazón de los miembros inferiores es muy característico en aquellos paciente que ya presentan una repercusión a nivel valvular de las venas; a este fenómeno se le conoce como insuficiencia valvular o venosa y esto condiciona que la sangre refluya en sentido inverso al que normalmente debería, ocasionando que aumente la cantidad de sangre en la porción mas distal de las piernas y derivando en el agravamiento de todos los síntomas de la enfermedad venosa como, sensación de piernas cansadas o pesadas, aumento del volumen en los tobillos, dolor o comezón en las piernas predominantemente por las tardes y noches. El edema es un síntoma que suele agravarse con el aumento de la temperatura, es decir, en ubicaciones tropicales o si se realiza el aseo con agua muy caliente.

Cambios en la coloración de los tobillos

El cambio de coloración en los tobillos es un síntoma llamado «dermatitis ocre» que nos habla de un problema crónico, y aunque la enfermedad venosa no es la única causa de este síntoma, si es una de las más frecuentes. Este problema es secundario a la presencia de hemosiderina, que es una fracción no soluble del hierro que se acumula en la piel, derivado de la extravasación de eritrocitos por la hipertensión venosa que existe en los pacientes con insuficiencia valvular venosa. La presencia de hemosiderina en la piel no solo modifica el color de la misma, si no que, adelgaza y debilita la piel ocasionando la fase más avanzada de la enfermedad venosa la cual es la aparición de ulceras.

Ulcera venosa

Las ulceras de origen venoso se localizan principalmente en la cara interna del tobillo, pueden o no, ser dolorosas y son de difícil cierre, estas lesiones pueden complicarse como cualquier herida con una infección y derivar en una situación más delicada para el paciente. En este punto es prioritario tratar la causa de la hipertensión venosa para poder cerrar la ulcera y evitar la aparición de nuevas.